martes, 19 de enero de 2010

Diputados, senadores y gobernantes: ¿nuestros empleados?

Los salarios escandalosos que tienen los funcionarios mexicanos es un insulto cotidiano. Una afrenta que suena a absurdo en un país con una crisis económica, de la cual cínicamente, ellos mismos, dicen "ya se está saliendo". Su capacidad de ambición sólo tiene límites en su flojera para tergiversar y manosear la constitución para enriquecerse. He aquí la opinión del empresario Marco Julio Reyes de la CANACO Mexicali, un video que amablemente aportó para este blog Marisol Castro:


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