lunes, 3 de mayo de 2010

"Adolfo López Mateos: ex agente de la CIA" de Óscar Aguilar Arteaga

El presente artículo se suma al debate histórico sobre la actuación política del ex presidente Adolfo López Mateos, a quien este año homenajean porque se cumplen cien años de su nacimiento. Esta es otra visión que rescata no sólo las "bondades" que brindó al pueblo mexicano y, en particular, al estado de México-Toluca-UAEMex. Gracias Óscar por compartirlo.


Adolfo López Mateos: ex agente de la CIA

El pasado 13 de abril los diarios locales dieron a conocer la noticia de que la UAEM organizará diversas actividades para homenajear al ex presidente Adolfo López Mateos (ALM) debido al centenario de su natalicio. Integrantes de la comunidad universitaria, además, propusieron adherirle su nombre a esta universidad. En esta línea, El Sol de Toluca, reportó:

con motivo de los cien años del nacimiento de ALM, la UAEM realizará una serie de actividades conmemorativas para recordar y rendir homenaje al alumno, bibliotecario, profesor y director del Instituto Científico Literario; por tal motivo, el plantel de la Escuela Preparatoria Adolfo López Mateos, las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, Derecho, Economía, Enfermería y Obstetricia, Medicina, Química y el Centro Universitario Valle de México, propusieron adicionar el apelativo de ALM a la UAEM.1

La propuesta turnada al Consejo Universitario despertó la movilización de grupos estudiantiles en algunos planteles de la escuela preparatoria y facultades, contra esta iniciativa que les parece más bien una imposición del gobernador Enrique Peña Nieto, un capricho priista del rector Eduardo Gasca Pliego, hermano del ex rector y actual titular del Instituto Mexiquense de Cultura Agustín Gasca Pliego, o una clara violación a la autonomía universitaria; es viable plantear algunas interrogantes: ¿a quién se le ocurrió agregarle ALM a la UAEM? Resulta poco creíble que las facultades de Derecho, Economía, Enfermería y Obstetricia, Medicina y Química lo hayan hecho, pues a lo largo de toda su historia han carecido de conciencia histórica y no cuentan con suficientes fundamentos para justificar dicha petición. ¿Por qué tanta insistencia en colocarle el membrete del político priista? Ninguna universidad pública estatal, excepto Oaxaca, lleva nombres de políticos ni intelectuales. ¿Por qué este personaje exclusivo lo han considerado “símbolo universitario” y ahora lo quieren canonizar?, ¿quién fue ALM? Y ¿qué relación tuvo con la UAEM? Al respecto, el presente artículo pretende responder a estas interrogantes y, sobre todo, dar a conocer información poco conocida para que el lector considere ilegítima la decisión de las autoridades universitarias.

A ALM se le ha reconocido en la UAEM porque fue alumno, bibliotecario y maestro del Instituto Científico Literario; luego director del Instituto Científico Literario Autónomo (ICLA). Como director del entonces ICLA (1944-1946), López Mateos promovió las actividades culturales, fundó la escuela de Pedagogía Superior en 1945, antecedente de la facultad de Humanidades, y trató, sin éxito, de convertir el instituto a universidad. Este paso por el instituto en la vida del político formó parte de la construcción imaginaria de gran hijo ilustre del ICLA y utilizado para enaltecer su imagen en la UAEM.

En 1946 abandonó el instituto e inició una carrera ascendente en la política mexicana hasta consolidarse, ni más ni menos, como presidente de la República Mexicana (1958-1964). Desde la esfera más alta del poder, López Mateos intervino para que en el ICLA se crearan las escuelas de Medicina, Enfermería e Ingeniería; también estuvo detrás del proyecto que impulsó el cambio ICLA-UAEM en 1956.

Consolidado en la cúspide del poder presidencial, donó el espacio geográfico donde construyeron las facultades de Medicina y Enfermería; mientras que el gobernador Gustavo Baz Prada hizo lo propio con el cerro de Coatepec, con el fin de construir Ciudad Universitaria: sueño hecho realidad del licenciado ALM. Días antes de dejar la presidencia, en noviembre de 1964, inauguró Ciudad Universitaria junto con las autoridades respectivas del Estado y la universidad; la multitud estudiantil se congregó en el recién construido estadio universitario. En la ceremonia puede leerse que López Mateos había pasado a la historia como benefactor de esta casa de estudios al aportar los recursos para su construcción, algo natural para él que había sido estudiante y director de su Alma Máter.

La intervención de ALM en la creación de Ciudad Universitaria terminó por cerrar el culto al personaje en la UAEM. A partir de entonces empezó a recibir homenajes, imprimieron su nombre en la escuela preparatoria 1 y en el Aula Magna, donde cuelga una pintura artística de él. Los antecedentes de agregarle la insignia de un político a la UAEM se remontan a finales del siglo XIX cuando al ICL le pusieron “Porfirio Díaz” y luego, principios del siglo XX, “Ignacio Ramírez”. La idea de bautizar a la UAEM “licenciado Adolfo López Mateos” no es ninguna novedad, en 1967 el director de El Sol de Toluca, David Alvarado Guerrero, propuso a la H. Legislatura del Estado una consulta para que esta universidad llevara las letras del licenciado ALM. El Consejo Universitario respondió en estos términos:

No es procedente agregar el nombre del licenciado ALM a la universidad por diversas razones: se expondría al riesgo de que cualquier cambio futuro en la vida pública del país pudiera determinar que este nombre se le quitara como ya ocurrió con los nombres que llevó en el pasado (Ignacio Ramírez y Porfirio Díaz). Es necesario esperar el análisis definitivo que hará la historia de la personalidad del licenciado ALM como humanista, estadista e intelectual.2

Por curioso que parezca, el primer intento no lo hicieron las autoridades universitarias sino el director del diario local que ni siquiera se molestó en presentarla al Consejo Universitario; todo lo contrario, la envió a la Cámara de Diputados local. Ello habla de la vulnerabilidad que existía con la autonomía universitaria.

Para los años setenta, ALM había dejado de existir; con mucho más razón, en la UAEM resucitó el proceso de su beatificación por medio de una estatua monumental plantada sobre la cima del cerro de Coatepec, en medio de la geografía de Ciudad universitaria. La escultura de ALM, hecha en cantera por los maestros Adolfo Villa González y Andrés López, costó alrededor de 1 millón de pesos, cuya altura mide 12.60 mts e inaugurada en 1972; era un referente para conmemorar el año luctuoso del ex institutense. El rector Guillermo Ortiz Garduño (1969-1973), en su tercer informe, mencionó: “siempre hemos proclamado los levantados sentimientos de gratitud y de admiración de nuestra comunidad de cultura por la magna personalidad del eminente estadista y maestro ALM, forjada inicialmente en esta casa de estudios, de la que fue brillante maestro e insigne dirigente así como generoso benefactor”. ALM quedó en la historia de la UAEM sólo como benefactor, así lo dejó claro el ex rector Guillermo Ortiz Garduño; lo demás ha sido utilizado como propaganda política en la universidad para posicionar al PRI como primera fuerza política en la carrera del 2012.

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